miércoles, 17 de octubre de 2012

eres lo que hablas ( y cómo lo hablas )


El lenguaje hablado y escrito y la idiosincracia de un país están íntimamente entrelazados. El idioma es un material infinitamente dúctil que va tomando forma según las conductas y costumbres de la población que habita en la localidad en donde tal lengua se habla. De igual manera, la identidad y el pensamiento colectivo de una sociedad se mantiene a través de los siglos, y a la vez sufre su particular proceso histórico, influenciada por el razonamiento lógico-mental construido empleando los bloques del lenguaje.

Vocabulario, expresiones, frases, refranes y hasta la entonación propia de cada país sobre el idioma, determinan, entre otras características, el humor colectivo de los miembros de un país.


Escuchando a los brasileros, sin necesidad de entender portugués, la entonación es amistosa, calmada, receptiva, hasta jocosa. Mientras que en Medio Oriente el verbo es más áspero, rudo e intransigente. ¿Cuál es el resultado que tal o cual entonación provoca? Por un lado la fiesta más numerosa del planeta: el Carnaval de Río, y por el otro, regímenes gubernamentales dictatoriales, religiones fundamentalistas, poblaciones militarizadas y mortíferos conflictos armados en los países árabes.

Afinando la lupa en América Latina, por ejemplo, Colombia lleva muchas décadas de conflicto. Basta observar algunos capítulos de la serie Pablo Escobar, el Patrón del Mal, para corrobar el hablar ágil, ameno y ocurrente del colombiano, pero a la vez atarantador, desafiante y querellante que los ha llevado a una permanente y sangrienta guerra civil que no tiene cuándo terminar. Colombia no tiene indígenas altoandinos de carácter históricamente introvertido y sumiso. Los colombianos son una volátil mezcla de españoles y tribus indígenas de zonas cálidas.


La idiosincracia del peruano es mucho más andina. Como peruanos, el uso del diminutivo ito o ita nos caracteriza. Denota temor a expresarse libremente y de llamar a las cosas por su nombre, mostrando siempre un perfil bajo y complaciente. Algunos podrían llamarla falsa cortesía, pero tal vez ésta sea la razón por la que el Perú no transita una ruta tan ensangrentada como en el caso colombiano o venezolano.

El cómico peruano Cachay recubre de sopapos a cuanto transeúnte se encuentra cuando recorre las calles de zonas populares en los programas televisivos. Muy rara vez alguien se queja o se le enfrenta. Los parroquianos simplemente encajan los lapos de manera risueña. En Venezuela, el Inspector Rodríguez, protagoniza un sketch humorístico televisivo en donde busca provocar a varios artistas impidiéndoles el ingreso a la televisora. El resultado casi siempre es el mismo: los artistas terminan queriendo despedazarlo.



Idiosincracia y lenguaje son simultáneamente causa y consecuencia. Se trata de las dos caras de una misma moneda: la sociedad. La manera única en que cierto país se expresa en su idioma, define el pensamiento de sus individuos y su conducta colectiva. De igual forma, el comportamiento de tal población va moldeando el lenguaje hasta convertirlo en un vivo reflejo de su sentir y pensar cotidiano. 

domingo, 7 de octubre de 2012

Apple vs. Google





Los productos de Apple Inc. son considerados en la actualidad el standard estadounidense en tecnología digital. A nivel global, han conquistado numerosos espacios geográficos, sectores educativos y campos profesionales, sin embargo, la estructura cerrada de sus configuraciones no necesariamente se ajusta a protocolos universales de hardware y software. El precio comparativamente más alto de éstos aparatos obedece a un proceso de evaluación mucho más prolongado y riguroso en comparación con la competencia. Debido a esto, tales productos siguen representando una opción muy confiable para organizaciones y personas que necesitan alta predictibilidad en sus operaciones diarias.

Al interior de Apple, los libros de historia hablan ya de una era post-Steve Jobs, quien falleció en octubre del 2011. Tim Cook, actual CEO, ha sabido mantener el barco a flote, sin embargo, muchos expertos reconocen un desencanto en cuanto a vanguardia tecnológica. Apple no era una compañía más, no suministraba niveles promedio de satisfacción al cliente. Apple siempre excedía esas expectativas, iba más allá, hechizaba a sus clientes, provocaba una suerte de fidelidad y ciego compromiso en sus usuarios.

Hoy Apple Inc. está en piloto automático. El nivel de ventas y rentabilidad se ha mantenido estable reteniendo el interés de los accionistas en bolsa, pero todo esto podría cambiar drásticamente. El año pasado 2011, fue el año de Google. La empresa multinacional cuya central se encuentra en California, posicionó con mucho éxito el Sistema Operativo Android para celulares y tabletas en directa competencia con el IOS de los dispositivos Apple, impuso el Google Chrome como navegador de internet dejando atrás al Internet Explorer, y finalmente arremetió contra el Microsoft Office lanzando Google Docs, que posteriormente llamó Google Drive.

El prestigio y alta calidad de los productos Apple sigue siendo muy alta. Su facilidad de uso y confiabilidad siguen siendo muy atractivos para muchos, pero han perdido tal vez, algo de ese poder seductor de antaño. Google se expande exponencialmente, socavando los nichos desarrollados y consolidados por otras compañías a nivel global. Apple ha continuado éstos últimos meses ejecutando hojas de ruta trazadas por Jobs antes de morir, pero no deberíamos subestimar a una empresa de las dimensiones de Apple acostumbrada al elemento sorpresa. Algo sí es seguro: somos testigos de un proceso histórico, presenciaremos en los próximos meses el camino evolutivo que habrá de seguir la informática y conectividad global masiva, para los siguientes años.