lunes, 18 de noviembre de 2013

El Parricidio es solamente la Punta del Iceberg




En Noviembre del 2013, en Lima-Perú, Marco Arenas Castillo, con su novia como cómplice, segó la vida de su madre María Rosa Castillo. En una ciudad apática, egoísta y poco educada como Lima, acaba de abrirse una polvorienta ventana al auto-análisis, un forzado tropezón en el frenético ritmo de vida nacional. Los medios y la opinión pública se cuestionan el rumbo ético-emocional de la población, las políticas gubernamentales, el rol de la sociedad, el sistema de justicia, las leyes, el sistema educativo, etc. El Perú se está mirando la cara en el espejo, y se encuentra sucio, muy sucio.

Y es que la política del “Amiquechu” (A mi que me importa) ya no funciona. A medida que se superponen crímenes y cadáveres, ante un gobierno que no reacciona, los medios de comunicación empiezan a reflejar la preocupación de un pueblo que una vez más, deberá enfrentar a la bestia totalmente solo. Un presidente que se esconde bajo las faldas de su mujer/futura candidata, vive ignorando urgentes problemas nacionales, obedeciendo directivas de asesores únicamente interesados en su nivel de popularidad en las encuestas. “Nunca toques una papa caliente hasta que no sea absolutamente necesario”- L. Favre.

El tema del parricidio recientemente ocurrido, es una mínima muestra de la grave descomposición social en el Perú actual. Es innegable la vinculación con el tema del narcotráfico/criminalidad, cuya presencia pasó de ser una piedrecita en el zapato hace solamente 5 años, a constituir la amenaza nacional número uno a todo nivel socio/geográfico. El sicariato, los secuestros, extorsiones y las bandas armadas de asaltantes no son sino la rúbrica, con dedicatoria y todo, de los carteles mexicanos y colombianos en el Perú.

Pero el verdadero daño, además del costo de vidas humanas y sobre la propiedad, va mucho más allá. Al igual que en Venezuela y México, la impunidad ante tales flagrantes delitos, deja imborrables secuelas. Es oficial: el crimen, el abuso, la corrupción y la violencia en el Perú no pagan; triunfan. Se ha legitimado el atropello. Se ha convertido en el objetivo de un aspirante al éxito, un galardón que otorga fama y prestigio. Se venera al que la sabe hacer. La instalación de tal software mental ha sido exitosa. Treinta millones de peruanos han sido infectados con este virus. Triste prueba de la ineptitud de un gobierno de pacotilla.

Es así cómo podemos seguir esperando, para los tiempos venideros, todo tipo de calamidades “hechas por peruanos para los peruanos”. El crimen desayuna, vive y duerme con y dentro de nosotros. La cultura de la criminalidad es moneda corriente en todo el Perú, desde el feminicidio hasta las extorsiones telefónicas. Siempre esta ahi. Simplemente salta ante nuestros ojos cuando algún medio periodístico lo amplifica hasta que deje de ser noticia, o hasta que ya no nos sorprenda, que es lo mismo.

lunes, 4 de marzo de 2013

Newtown-Connecticut, diciembre del 2012


El periodista Mexicano-Americano Jorge Ramos, sostiene valientemente su punto de vista respecto a la absurda carrera armamentista al interior de los Estados Unidos.  Se trata de un contubernio en cual estan coludidos los multimillonarios fabricantes de armas y los politicos en Washington D.C. 



No les creo

Jorge Ramos

Lo peor de todo es que, pronto, otra masacre volverá a ocurrir en Estados Unidos. Esta anunciado”. Esto lo escribí hace cinco meses, después de la matanza en un cine de Aurora, Colorado, donde murieron 12 personas.

Estaban dadas todas las condiciones para otra masacre: acceso ilimitado de armas y un Congreso temeroso de poner restricciones nuevas a sus ventas. Y pasó: 27 personas fueron asesinadas en una escuela de Newtown, Connecticut, incluyendo a 20 niños.

Ya no les creo a los políticos que dicen que van a imponer límites al uso de armas. Siempre dicen lo mismo después de una masacre y no hacen nada. Tras la muerte de 13 personas en la escuela secundaria Columbine, en Colorado, en 1999 no hicieron nada. Tampoco tras el asesinato de 32 en la universidad Virginia Tech en el 2007. Y ahora, ante el asesinato de niños de kinder, dicen que sí van a hacer algo al respecto, pero tienen cero credibilidad. Por eso no les creo.

La realidad es que tenemos un Congreso con miedo. La mayoría de los congresistas temen proponer leyes nuevas que limiten el uso de armas. ¿Por qué? Porque se enfrentarían a la Asociación Nacional del Rifle y a los millones de dólares que la organización poderosa podría invertir en su contra en las elecciones próximas. Como me comentó el representante de Illinois, Luis Gutiérrez, para cambiar las leyes actuales se necesitan muchos congresistas dispuestos a perder sus puestos. Y, la verdad, yo no conozco a muchos congresistas así.

Esta es la realidad que es preciso cambiar. En ningún país del mundo hay tantas masacres en escuelas como en Estados Unidos. En esta nación hay, aproximadamente, un arma por cada uno de sus más de 300 millones de habitantes.  El rifle utilizado por el autor de la matanza es muy similar al que usan las tropas de Estados Unidos en las guerras de Afganistán e Irak. Poseer un rifle de ese calibre sólo puede tener un propósito: matar a seres humanos. Nunca he sabido de un cazador que salga en busca de venados con rifles que disparan ráfagas de balas al tocar una sola vez el gatillo. 

Es un argumento falso decir que con más armas estamos más seguros. Japón ha demostrado que con menos armas hay menos asesinatos. Ahí los ciudadanos, con muy raras excepciones, tienen prohibido portar armas.

Después de una masacre como esta, siempre acaban diciendo que el responsable estaba “loco”. Pero la diferencia en Estados Unidos es que esos “locos”, si de verdad lo fueran, tienen acceso irrestricto a armas de fuego. Sin armas de fuego, los problemas y las venganzas personales de Adam Lanza no hubieran culminado en una matanza.

En estos momentos es impensable que Estados Unidos elimine la segunda enmienda de la Constitución, que garantiza la compra y uso de armas para cualquier ciudadano. Pero ciertamente las circunstancias en que vivimos ahora son muy distintas a las que motivaron que se aprobara dicha enmienda en 1791. Ahora, lo verdaderamente radical, sería buscar la erradicación de la segunda enmienda. Pero no hay la voluntad política para siquiera plantear la idea en el Congreso.

En abril del 2007 viajé a Blacksburg para cubrir la matanza de 32 personas en la universidad de Virginia Tech. En esa ocasión me sorprendió cómo, en un momento dado, puedes estar tomando una clase de alemán y, al siguiente, estás muerto. Poco después escribí que era “una locura que un perturbado mental como Seung-Hui Cho pueda comprar fácilmente armas de ataque en Estados Unidos”. Y concluí con pesimismo: “Nada va a cambiar”.

Desafortunadamente, tuve razón hace cinco años. Las masacres se han repetido una tras otra. Y ahora estamos esperando la que sigue. Pronto.

Aun si los congresistas norteamericanos se atrevieran a dejar de lado sus diferencias políticas y lograran un acuerdo para limitar el uso de armas de combate, millones de pistolas y rifles seguirían en circulación. Y eso no modificaría, en absoluto, la cultura de violencia que reina en Estados Unidos, desde sus dos guerras hasta sus juegos de video.

Por eso no les creo a los políticos estadounidenses cuando dicen que ahora sí es el momento para hacer algo que evite más masacres como la de Newtown. Temo concluir con el mismo pesimismo que antes: Nada va a cambiar y, otra vez, solo estamos esperando a que ocurra la siguiente masacre. Sólo ignoramos cuándo y dónde.

miércoles, 6 de febrero de 2013

el legado de aaron swartz


El 11 de enero del 2013 Aaron Swartz, joven norteamericano de 27 años de edad, considerado por muchos como un gurú tecnológico, resolvió quitarse la vida. Swartz, brillante estudiante en Stanford, era un acérrimo defensor de la Libertad de Información. Logró descargar millones de archivos cuya propiedad intelectual estaba protegida, siendo enjuiciado y casi sentenciado a 30 años de cárcel. Huyó para siempre de sus verdugos dejándonos la imagen de un héroe cibernético que entregó su vida para abrirnos las puertas del conocimiento la información y la libertad. Este es el Manifiesto de su Movimiento llamado Guerilla Open Access.


GUERILLA OPEN ACCESS MANIFESTO

La información es poder. Pero como todo poder, hay aquellos que desean guardarlo para sí mismos. El patrimonio científico y cultural del mundo entero publicado durante siglos en libros y diarios, está siendo digitalizado y bloqueado progresivamente por un puñado de corporaciones privadas. ¿Le gustaría leer los documentos que ofrecen los resultados más famosos de las ciencias? Usted necesita enviar cantidades enormes de dinero a los editores como Reed Elsevier. 
Hay aquellos que luchan para que esto cambie. El Movimiento Libre Acceso ha luchado valerosamente para asegurarse de que los científicos no renuncien a sus derechos intelectuales de un plumazo, sino por el contrario, asegurarse de que su trabajo sea publicado en el Internet bajo términos que permitan que cualquier persona tenga acceso. En el mejor de los casos, esto aplicaría para trabajos publicados en el futuro. Todo aquello que se hizo hasta el momento quedaría perdido.

Esto es un precio demasiado alto a pagar. ¿Obligar a un académico a pagar dinero para leer el trabajo de sus colegas? ¿Escanear bibliotecas enteras para permitir que únicamente la gente de Google las lea? ¿Proporcionar artículos científicos a aquellos que asisten a universidades élite en el Primer Mundo, pero no a los niños en el Sur Global? Es indignante e inaceptable.


“Estoy de acuerdo”, dicen muchos, “¿pero qué podemos hacer? Las compañías mantienen los derechos intelectuales, hacen cantidades enormes de dinero cobrando por el acceso, y es perfectamente legal. No hay nada que podamos hacer para detenerlas.” Pero sí hay algo que podemos hacer, algo que ya se está haciendo : podemos luchar.

Aquellos con acceso a estos recursos - estudiantes, bibliotecarios, científicos – a ustedes se les ha dado un privilegio. A usted se le permite alimentarse en este banquete del conocimiento mientras que al resto del mundo se le cierra la puerta. Usted no necesita – mejor dicho, moralmente usted no puede - guardarse este privilegio para sí mismo. Usted tiene el deber de compartirlo con el mundo. Usted ya lo ha hecho: compartiendo contraseñas con sus colegas, llenando solicitudes de información para sus amigos.

Mientras tanto, aquellos que han sido dejados de lado, no están de brazos cruzados. Usted ha estado husmeando furtivamente a través de agujeros y saltando cercos, liberando información restringida por los editores y la ha estado compartiendo con sus amigos.

Pero todas estas acciones suceden en la oscuridad, escondidas bajo tierra. Se le llama robo o piratería, como si compartir la riqueza del conocimiento fuese el equivalente moral a saquear una embarcación y asesinar a toda la tripulación. Pero compartir no es inmoral - es un imperativo moral. Solamente aquellos cegados por la avaricia le negarían a un amigo hacer una copia. 

Las grandes corporaciones, por supuesto, estan cegadas por la avaricia. Las leyes bajo las cuales operan, así lo requieren - sus accionistas se enfurecerían por cualquier concesión por más minima que sea. Y los políticos que han podido comprar los respaldan, aprobando las leyes que les otorgan el poder exclusivo de decidir quién puede hacer copias.

No existe justicia cuando uno sigue leyes injustas. Es momento de salir de las sombras y, siguiendo la tradición de desobediencia civil, declarar nuestra oposición a este hurto privado de la cultura pública.

Necesitamos tomar la información, dondequiera que se guarde, hacer nuestras copias y compartirlas con el mundo. Necesitamos tomar los contenidos protegidos y agregarlos al archivo. Necesitamos comprar bases de datos secretas y ponerlas en la Web. Necesitamos descargar los Anuarios Científicos y subirlos a redes para compartir datos. Necesitamos luchar por la Guerrilla por el Libre Acceso. 

Con muchos de nosotros alrededor del mundo, no solamente enviaremos un sólido mensaje en contra de la privatización del conocimiento – lo convertiremos en una cosa del pasado. ¿Estas con nosotros?

Aaron Swartz
Julio del 2008, Eremo, Italia

lunes, 21 de enero de 2013

África: la Maldición del Petróleo



En este artículo, casi un Informe Situacional por su gran valor documentativo e informativo, Sbarbi pone todas las piezas sobre el tablero: naciones africanas, potencias globales, empresas y hasta personajes en un honesto Análisis Geopolítico. Quedan así muy claramente expuestos los intereses unilaterales de las grandes potencias en territorio africano y cómo perturban y distorsionan la armonía y el desarrollo de la Comunidad Africana.

El Caldero


por Maximiliano Sbarbi Osuna - Periodista y Analista Internacional argentino
21.11.10


La volatilidad de la zona petrolífera más importante del mundo, el Golfo Pérsico, promueve que los países sedientos del recurso energético más utilizado miren a África con el fin de realizar nuevas inversiones en hidrocarburos y conviertan a este continente en uno de los proveedores más accesibles. Pero, la creciente y peligrosa militarización de los países africanos responde a los intereses de las potencias, que cada vez se acercan más al continente en busca de petróleo, sin importar si apoyan a dictadores o a sangrientas guerrillas.


De acuerdo con un informe presentado por la empresa británica British Petroleum (BP), el continente africano contiene unos 117 mil millones de barriles de petróleo demostrados. Pero, hay indicios de que en alta mar existen cuantiosas reservas aun no exploradas. Esta cantidad de hidrocarburos se suma al hecho de que los países africanos suelen ser muy receptivos a las inversiones petroleras dado que carecen de la capacidad industrial que extraiga, refine y transporte el petróleo. Además, las instituciones han sido golpeadas por siglos de colonialismo y décadas de sumisión a las decisiones de las metrópolis, lo que provoca que el control de las empresas multinacionales sea casi nulo.

En la actualidad, África Occidental y Central generan el 20 % del petróleo del mundo. Pero, para 2015 se prevé que el aumento de la producción se va a situar en el 25 por ciento. Además, la dependencia de las compañías extranjeras se acrecienta al estar estrechamente ligada con el enriquecimiento de las élites locales que son las que abren las puertas a las inversiones petroleras. Los yacimientos se encuentran repartidos en un puñado de países, Angola, Argelia, Chad, Guinea Ecuatorial, Libia, Nigeria y Sudán, que son los que están en la mira de las compañías procedentes de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, España, Italia, China, India y Brasil.


MILITARIZACIÓN

La rivalidad entre empresas de los países industrializados se está tornando cada vez más agresiva, lo que produce que los gobiernos africanos se vuelquen a favor de una u otra potencia. Por eso, en los próximos años, mediante la extracción de recursos fósiles en África, se prevé un incremento de la militarización del continente y de los conflictos internos, que son exacerbados en provecho de una u otra potencia para afianzar sus inversiones y dificultar el establecimiento de competidores.

Hasta el día de hoy, Estados Unidos permitió que los conflictos interétnicos y los enfrentamientos entre países vecinos fuesen resueltos por los gobiernos aliados ( africanos o europeos ) limitándose sólo a la venta de insumos militares, sin embargo el Departamento de Defensa norteamericano reconoció públicamente que va a ser necesario en pocos años enviar tropas a África.

De hecho, en la década del 90, EE.UU. comenzó a invertir con sus empresas en África, en territorios que antes eran de dominio indiscutible europeo. Pero, la creación del Comando Africano (AFRICOM) en 2007, supone un paso adelante en la estrategia de Washington de militarizar África.

Por su parte, en 2006, China incrementó su presencia, lo que produjo que la rivalidad entre Washington, Londres y París quedada relegada a la defensa de sus intereses frente a la masiva penetración de Pekín.

Un informe del Departamento de Defensa estadounidense de ese año alerta sobre la presencia china en casi todos los países africanos. Critica principalmente que Pekín financie guerrillas opositoras de gobiernos aliados de Washington y dictaduras contrarias a Occidente, pero omite mencionar que Estados Unidos realiza la misma maniobra y apoya a gobiernos y grupos armados acusados de violar los derechos humanos, con el fin de desestabilizar a las potencias rivales, principalmente a China.


LA INJERENCIA DE ESTADOS UNIDOS

En los últimos quince años, Washington ha ido ganándole terreno a los europeos, pero el caso más llamativo es de la ex colonia española, Guinea Ecuatorial. La dictadura de Teodoro Obiang no tenía otro destino posible que su caída, pero el descubrimiento de enormes yacimientos petroleros en 2002 y luego en 2004 atrajo las inversiones de la empresa norteamericana Exxon, que cuenta con el 70% de los pozos del país.

Se prevé que para 2025 este pequeño país aporte el 25 % del crudo que elmercado estadounidense requiere.

La presencia de las compañías norteamericanas en la costa occidental de África es una gran ventaja para Washington, dado que los barcos petroleros sólo deben atravesar el Atlántico para llevar la materia prima a su territorio, evitando así zonas peligrosas o estrechas.

Desde que el gobierno de George W. Bush incrementó su presencia en África, los países locales siguieron la sugerencia de eliminar impuestos a las nuevas inversiones, suprimir trabas en el sector energético y favorecer la apertura de los mercados. De esta manera, los inversores tienen el camino libre para la extracción y manufactura de los hidrocarburos, favoreciendo sólo a una pequeña porción de africanos.

CHINA SE AVECINA

Pekín promociona el incremento de sus relaciones con África bajo la base del desarrollo mutuo. La excusa es que China no interfiere en la política interna de los países, sin importar si sus gobiernos son democráticos o no. De acuerdo con varios analistas, este método evita que las empresas chinas se asienten con firmeza en África, dado que con cualquier cambio de gobierno, Pekín perdería al aliado que le abrió las puertas de par en par.

Pero, es muy improbable que la millonaria presencia china en el continente sea desdeñada por los sectores opositores que lleguen al poder.

En 2006 el intercambio comercial de China con África alcanzó los 55 mil millones de dólares, y se espera que para 2010 esa cifra aumente a 100 mil millones. Sudán es uno de sus mayores aliados, dado que el gobierno africano se encuentra aislado por occidente.

El asilo otorgado a Osama Bin Laden durante la década del 90, produjo que EE.UU. retirara sus inversiones petroleras. China vio la oportunidad de adueñarse del mercado sudanés, pero para ello sostiene al régimen árabe musulmán de Sudán al aportarle armas para que luche contra la comunidad cristiana negra de Darfur, que es apoyada por Washington.

Sin embargo, Sudán aporta sólo el 5 % del petróleo que China consume, por eso Pekín expandió sus inversiones, a través de sus compañías CNPC y SINOPEC, a Angola, Nigeria y a varios países del Golfo de Guinea.

Pero China no sólo apoya a Sudán, sino que también financia a las guerrillas que intentan derrocar al gobierno del vecino petrolero Chad, que se encuentra bajo el área de influencia de Francia.

Los inexplorados yacimientos de Angola atraen inversiones de todos los países industrializados. La guerra civil que terminó en 2002 impidió que se desarrollara la industria de los hidrocarburos, lo que posicionó a esta ex colonia portuguesa en el país que aporta el 15 % del petróleo que necesita la voraz industria china.


LA INFLUENCIA DE FRANCIA

París, mediante la doctrina denominada Françafrique, continúa influyendo de manera directa en las políticas internas de las ex colonias, principalmente en las petroleras: Argelia, Camerún, Chad, Congo, Gabón, pero también en Angola, Libia y Nigeria.

De acuerdo con lo expuesto por el analista Michael T. Klare en su libro “Planeta sediento, recursos menguantes”, la empresa Total, la cuarta petrolera del mundo ayudó a llegar al presidente de Congo al poder, luego de una guerra civil en 1997. A cambio, la compañía obtiene numerosos beneficios.

Además, Francia mantiene tropas en Chad y la República Centroafricana que permiten disuadir a las guerrillas apoyadas por Sudán y China que amenazan al gobierno del dictador chadiano Iddris Deby.

OTROS PAÍSES

Italia, a través de su compañía ENI es dueña de la mayoría de los yacimientos petroleros de Libia. Además, posee el 75 % del proyecto Greenstream, por el cuál se va a transportar gas bajo el Mar Mediterráneo, desde el norte de África hacia Francia e Italia, para reducir la dependencia del suministro ruso.

Por otra parte, las empresas británicas están presentes en Tanzania y en Nigeria, el principal productor petrolero del continente. En este país, la anglo-holandesa Royal Dutch Shell ha tenido diversos problemas judiciales por los descuidos medioambientales y además por la muerte de activistas a favor de la preservación de la ecología.

En tanto, Brasil es un nuevo actor que llegó recientemente a África, principalmente en Angola. Pero, a diferencia de las grandes potencias, la penetración brasileña es vista con mejores ojos por los africanos, dado que además de invertir en el petróleo, Brasil genera puestos de trabajos entre los obreros locales, desarrolla la alimentación, e invierte en salud y educación. Este método de seducción es más efectivo, pero aun el país sudamericano se encuentra en una posición de inferioridad con respect a Europa, Estados Unidos y China.

¿QUÉ RECIBEN LOS AFRICANOS?

Más allá de la elite gobernante, las dictaduras y las guerrillas que obtienen beneficios directos de las potencias, el ciudadano africano permanece pasivo ante el saqueo de sus recursos, dado que los débiles y corruptos gobiernos mantienen bajísimos impuestos ante la extracción de hidrocarburos.

Además, la nula industrialización africana pierde una parte importante del valor agregado que produce el petróleo. En tanto, la proliferación de guerras se produce por la rivalidad de las facciones políticas de un país, y además porque las compañías y las potencias exacerban las luchas interétnicas y los golpes de Estado.

Pero, uno de los hechos más humillantes para los ciudadanos africanos es que la enorme mayoría queda relegada del mercado laboral que genera el petróleo, dado que en las últimas décadas no se ha invertido en educación, en parte por la corrupción, las deudas externas y el alineamiento incondicional de los países africanos con las potencias. De esta manera, los trabajos mejor remunerados son designados para los ingenieros y técnicos extranjeros major capacitados.

Ante el aumento de las inversiones en el sector petrolero, la creciente sed de hidrocarburos de las potencias y el avance de China y del AFRICOM, es posible que en los próximos años el continente se militarice aun más y estallen nuevas guerras disfrazadas de conflictos étnicos o políticos, cuando en general están financiadas por las grandes potencias en el nuevo reparto del continente africano.