En este
artículo, casi un Informe Situacional por su gran valor documentativo e informativo,
Sbarbi pone todas las piezas sobre el tablero: naciones africanas, potencias
globales, empresas y hasta personajes en un honesto Análisis Geopolítico. Quedan
así muy claramente expuestos los intereses unilaterales de las grandes
potencias en territorio africano y cómo perturban y distorsionan la armonía y
el desarrollo de la Comunidad Africana.
El Caldero
por Maximiliano
Sbarbi Osuna - Periodista y Analista Internacional argentino
21.11.10
La volatilidad de la zona
petrolífera más importante del mundo, el Golfo Pérsico, promueve que los países
sedientos del recurso energético más utilizado miren a África con el fin de
realizar nuevas inversiones en hidrocarburos y conviertan a este continente en
uno de los proveedores más accesibles. Pero, la creciente y peligrosa
militarización de los países africanos responde a los intereses de las
potencias, que cada vez se acercan más al continente en busca de petróleo, sin
importar si apoyan a dictadores o a sangrientas guerrillas.
De acuerdo
con un informe presentado por la empresa británica British Petroleum (BP), el
continente africano contiene unos 117 mil millones de barriles de petróleo
demostrados. Pero, hay indicios de que en alta mar existen cuantiosas reservas
aun no exploradas. Esta cantidad de hidrocarburos se suma al hecho de que los
países africanos suelen ser muy receptivos a las inversiones petroleras dado
que carecen de la capacidad industrial que extraiga, refine y transporte el
petróleo. Además, las instituciones han sido golpeadas por siglos de
colonialismo y décadas de sumisión a las decisiones de las metrópolis, lo que provoca
que el control de las empresas multinacionales sea casi nulo.
En la
actualidad, África Occidental y Central generan el 20 % del petróleo del mundo.
Pero, para 2015 se prevé que el aumento de la producción se va a situar en el
25 por ciento. Además, la dependencia de las compañías extranjeras se
acrecienta al estar estrechamente ligada con el enriquecimiento de las élites
locales que son las que abren las puertas a las inversiones petroleras. Los
yacimientos se encuentran repartidos en un puñado de países, Angola, Argelia,
Chad, Guinea Ecuatorial, Libia, Nigeria y Sudán, que son los que están en la
mira de las compañías procedentes de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, España,
Italia, China, India y Brasil.
MILITARIZACIÓN
La rivalidad entre empresas de los países industrializados se está tornando
cada vez más agresiva, lo que produce que los gobiernos africanos se vuelquen a
favor de una u otra potencia. Por eso, en los próximos años, mediante la
extracción de recursos fósiles en África, se prevé un incremento de la
militarización del continente y de los conflictos internos, que son exacerbados
en provecho de una u otra potencia para afianzar sus inversiones y dificultar
el establecimiento de competidores.
Hasta el día
de hoy, Estados Unidos permitió que los conflictos interétnicos y los
enfrentamientos entre países vecinos fuesen resueltos por los gobiernos aliados
( africanos o europeos ) limitándose sólo a la venta de insumos militares, sin
embargo el Departamento de Defensa norteamericano reconoció públicamente que va
a ser necesario en pocos años enviar tropas a África.
De hecho, en la década del 90, EE.UU. comenzó a invertir con sus empresas en
África, en territorios que antes eran de dominio indiscutible europeo. Pero, la
creación del Comando Africano (AFRICOM) en 2007, supone un paso adelante en la
estrategia de Washington de militarizar África.
Por su parte,
en 2006, China incrementó su presencia, lo que produjo que la rivalidad entre
Washington, Londres y París quedada relegada a la defensa de sus intereses
frente a la masiva penetración de Pekín.
Un informe
del Departamento de Defensa estadounidense de ese año alerta sobre la presencia
china en casi todos los países africanos. Critica principalmente que Pekín
financie guerrillas opositoras de gobiernos aliados de Washington y dictaduras
contrarias a Occidente, pero omite mencionar que Estados Unidos realiza la
misma maniobra y apoya a gobiernos y grupos armados acusados de violar los
derechos humanos, con el fin de desestabilizar a las potencias rivales,
principalmente a China.
LA INJERENCIA DE ESTADOS UNIDOS
En los
últimos quince años, Washington ha ido ganándole terreno a los europeos, pero
el caso más llamativo es de la ex colonia española, Guinea Ecuatorial. La
dictadura de Teodoro Obiang no tenía otro destino posible que su caída, pero el
descubrimiento de enormes yacimientos petroleros en 2002 y luego en 2004 atrajo
las inversiones de la empresa norteamericana Exxon, que cuenta con el 70% de los
pozos del país.
Se prevé que
para 2025 este pequeño país aporte el 25 % del crudo que elmercado estadounidense
requiere.
La presencia
de las compañías norteamericanas en la costa occidental de África es una gran
ventaja para Washington, dado que los barcos petroleros sólo deben atravesar el
Atlántico para llevar la materia prima a su territorio, evitando así zonas
peligrosas o estrechas.
Desde que el
gobierno de George W. Bush incrementó su presencia en África, los países
locales siguieron la sugerencia de eliminar impuestos a las nuevas inversiones,
suprimir trabas en el sector energético y favorecer la apertura de los
mercados. De esta manera, los inversores tienen el camino libre para la
extracción y manufactura de los hidrocarburos, favoreciendo sólo a una pequeña
porción de africanos.
CHINA
SE AVECINA
Pekín
promociona el incremento de sus relaciones con África bajo la base del
desarrollo mutuo. La excusa es que China no interfiere en la política interna
de los países, sin importar si sus gobiernos son democráticos o no. De acuerdo
con varios analistas, este método evita que las empresas chinas se asienten con
firmeza en África, dado que con cualquier cambio de gobierno, Pekín perdería al
aliado que le abrió las puertas de par en par.
Pero, es muy improbable que la millonaria presencia china en el continente sea
desdeñada por los sectores opositores que lleguen al poder.
En 2006 el
intercambio comercial de China con África alcanzó los 55 mil millones de
dólares, y se espera que para 2010 esa cifra aumente a 100 mil millones. Sudán
es uno de sus mayores aliados, dado que el gobierno africano se encuentra
aislado por occidente.
El asilo otorgado a Osama Bin Laden durante la década del 90, produjo que
EE.UU. retirara sus inversiones petroleras. China vio la oportunidad de
adueñarse del mercado sudanés, pero para ello sostiene al régimen árabe
musulmán de Sudán al aportarle armas para que luche contra la comunidad cristiana
negra de Darfur, que es apoyada por Washington.
Sin embargo,
Sudán aporta sólo el 5 % del petróleo que China consume, por eso Pekín expandió
sus inversiones, a través de sus compañías CNPC y SINOPEC, a Angola, Nigeria y
a varios países del Golfo de Guinea.
Pero China no
sólo apoya a Sudán, sino que también financia a las guerrillas que intentan
derrocar al gobierno del vecino petrolero Chad, que se encuentra bajo el área
de influencia de Francia.
Los inexplorados yacimientos de Angola atraen inversiones de todos los países
industrializados. La guerra civil que terminó en 2002 impidió que se
desarrollara la industria de los hidrocarburos, lo que posicionó a esta ex
colonia portuguesa en el país que aporta el 15 % del petróleo que necesita la
voraz industria china.
LA INFLUENCIA DE FRANCIA
París,
mediante la doctrina denominada Françafrique, continúa influyendo de manera
directa en las políticas internas de las ex colonias, principalmente en las
petroleras: Argelia, Camerún, Chad, Congo, Gabón, pero también en Angola, Libia
y Nigeria.
De acuerdo con lo expuesto por el analista Michael T. Klare en su libro “Planeta
sediento, recursos menguantes”, la empresa Total, la cuarta petrolera del mundo
ayudó a llegar al presidente de Congo al poder, luego de una guerra civil en
1997. A cambio, la compañía obtiene numerosos beneficios.
Además,
Francia mantiene tropas en Chad y la República Centroafricana que permiten
disuadir a las guerrillas apoyadas por Sudán y China que amenazan al gobierno
del dictador chadiano Iddris Deby.
OTROS
PAÍSES
Italia, a
través de su compañía ENI es dueña de la mayoría de los yacimientos petroleros
de Libia. Además, posee el 75 % del proyecto Greenstream, por el cuál se va a
transportar gas bajo el Mar Mediterráneo, desde el norte de África hacia
Francia e Italia, para reducir la dependencia del suministro ruso.
Por otra
parte, las empresas británicas están presentes en Tanzania y en Nigeria, el
principal productor petrolero del continente. En este país, la anglo-holandesa
Royal Dutch Shell ha tenido diversos problemas judiciales por los descuidos
medioambientales y además por la muerte de activistas a favor de la preservación
de la ecología.
En tanto,
Brasil es un nuevo actor que llegó recientemente a África, principalmente en
Angola. Pero, a diferencia de las grandes potencias, la penetración brasileña
es vista con mejores ojos por los africanos, dado que además de invertir en el
petróleo, Brasil genera puestos de trabajos entre los obreros locales,
desarrolla la alimentación, e invierte en salud y educación. Este método de
seducción es más efectivo, pero aun el país sudamericano se encuentra en una
posición de inferioridad con respect a Europa, Estados Unidos y China.
¿QUÉ
RECIBEN LOS AFRICANOS?
Más allá de
la elite gobernante, las dictaduras y las guerrillas que obtienen beneficios
directos de las potencias, el ciudadano africano permanece pasivo ante el
saqueo de sus recursos, dado que los débiles y corruptos gobiernos mantienen
bajísimos impuestos ante la extracción de hidrocarburos.
Además, la
nula industrialización africana pierde una parte importante del valor agregado
que produce el petróleo. En tanto, la proliferación de guerras se produce por
la rivalidad de las facciones políticas de un país, y además porque las
compañías y las potencias exacerban las luchas interétnicas y los golpes de
Estado.
Pero, uno de los hechos más humillantes para los ciudadanos africanos es que la
enorme mayoría queda relegada del mercado laboral que genera el petróleo, dado
que en las últimas décadas no se ha invertido en educación, en parte por la
corrupción, las deudas externas y el alineamiento incondicional de los países
africanos con las potencias. De esta manera, los trabajos mejor remunerados son
designados para los ingenieros y técnicos extranjeros major capacitados.
Ante el
aumento de las inversiones en el sector petrolero, la creciente sed de hidrocarburos
de las potencias y el avance de China y del AFRICOM, es posible que en los
próximos años el continente se militarice aun más y estallen nuevas guerras
disfrazadas de conflictos étnicos o políticos, cuando en general están
financiadas por las grandes potencias en el nuevo reparto del continente
africano.