LA NUEVA REPUBLICA POPULAR DEL PERU

(Por favor visiten www.cuartotrasero.blogspot.com y déjenme un comentario. Gracias.)

La reivindicación de los derechos y manifestaciones culturales de un pueblo, nunca se hace más fuerte que cuando este pueblo adquiere poder social, político y económico.

Eso es exactamente lo que viene pasando en el Perú. La nación indígena-mestiza inicialmente rural y posteriormente urbano-marginal, avanza socio-políticamente, pero por sobretodo, económicamente. El dinero compra educación que se va traduciendo en poder socio-político. Cada vez son muchas más las historias de los migrantes de provincia o personajes de zonas urbano-marginales que han surgido a través de iniciativas empresariales. La siguiente generación, que cuenta ya con la solvencia económica de los padres, asiste a colegios y universidades privadas, opina más, participa más de los procesos sociales, en la vida política, cultural y empresarial del país.

Un gran pensador, músico y poeta español, Joaquín Sabina recalcó hace algunos años sin pelos en la lengua, como es su estilo, que el gran problema del Perú, y tal vez el gran drama peruano es la tendencia a menospreciar todo aquello de origen indígena y/o mestizo. Esto crea distancia dentro de un mismo país, distancia que a veces se convierte en un abismo entre dos sectores sociales. Muy similar a lo que pasa en Bolivia entre Santa Cruz y la Paz.

La prueba del Avance de las Clases Populares propulsado por la fortaleza de la economía peruana, se hace irrefutable al observar, por ejemplo, los altibajos en el desarrollo y/o aceptación de la Cumbia Peruana. ¿Por qué después de 35 años de fundado, el Grupo 5 de Monsefú alcanza finalmente la fama?

Todos estos años las clases populares, principales consumidores de la Cumbia, se encontraban no solamente en terribles angustias económicas que les impedían comprar discos y/o asistir a conciertos, sino que por el mismo hecho de saberse menesterosos, sus expresiones culturales, como pueblo dentro de otro pueblo, fueron siempre vistas con desprecio. Hasta hoy, en muchos círculos, aún se conoce a la Cumbia Andina con el despreciable calificativo de música “Chicha”. Al decir Chicha, no solamente se basurea un tipo de música, sino que se incluye a toda una cultura indígena-mestiza rural y urbano-marginal.

Según un reportaje más o menos serio, la cumbia nació alrededor del año 1968 cuando un grupo llamado “Los Destellos” tomó prestada la cumbia colombiana para incluir guitarras eléctricas y presentarse en el populoso distrito del Rímac. Desde ese entonces, a pesar de contar con popularidad en los sectores urbano-marginales, la Cumbia entró en hibernación por 26 años hasta el año 1994, donde tuvo un primer verdadero despegue en el gobierno de Alberto Fujimori. En esos años, las privatizaciones en el Perú, así como el vertiginoso crecimiento de la economía mundial, dinamizaron el sistema económico peruano, proporcionando nuevas oportunidades de empleo para sectores populares que anteriormente no contaban con recursos para consumir a sus artistas favoritos.
Rossy War, Ruth Karina (Oriente), Ada Chura (Tacna), Armonía 10 (Piura), Aguamarina, pertenecieron a esa primera camada de cumbiamberos que tuvieron la suerte de ser difundidos masivamente por los medios de comunicación. Pero a mediados de 1997, con el enfriamiento de la economía mundial y la desaceleración de la economía peruana, la cumbia entró nuevamente en hibernación; esta vez por 7 años. Alrededor del año 2005 el gobierno de Toledo reactivó nuevamente la economía dinamizando el sector construcción como “locomotora” que jaló a los demás vagones y por ende a la economía en su conjunto. Grupo 5 lidera hoy esta nueva ola, seguido por los hermanos Yaipén, y el omnipresente, eterno gurú de la cumbia, rey indiscutible después de Chacalón, elíxir sagrado por generaciones, “ekeko de la publicidad”, le duela a quien le duela, el archi-famoso “Tongo”.

Hoy por hoy la Cumbia Peruana es el género musical más difundido, la forma de arte popular tal vez más representativa de nuestra nueva nación. Se ha dado el lujo de atravesar la pirámide social peruana de abajo para arriba sin la más mínima intención de retroceder un solo paso, abriendo camino para el flujo de otras estampas del Perú adentro, hacia todos los demás sectores nacionales e inclusive Hacia el extranjero.



Presenciamos pues en el Perú, un notorio desplazamiento ascendente de las clases populares, una democratización del Perú, el hallazgo de una identidad nacional a través de la aceptación de una identidad andina-rural-urbano-marginal nacional que siempre estuvo allí pero que fue permanente y estratégicamente invalidada por intereses ajenos a las mayorías.